O ENSINO EN BETANZOS. José Castro López.

Lemos con sorpresa e agradecemento a columna que no Ideal Gallego de 06 de xullo de 2015 escribe José Castro López.

En el año 1991 el ayuntamiento de Betanzos ofreció a la entonces joven Universidad de A Coruña “un edificio para la implantación en nuestra ciudad de alguna escuela o facultad universitaria”. La corporación fundamentaba la oferta en su apoyo a la educación, tanto en el mantenimiento de las infraestructuras, como en el esfuerzo por ampliar la oferta educativa.


Aquella iniciativa no cuajó, pero el interés y la atención de Betanzos hacia la enseñanza y la promoción de la cultura no solo se mantienen, sino que están mejorando con el tiempo, como prueba la trayectoria docente del IES Francisco Aguiar.


Este centro, uno de los más emblemáticos de la capital de As Mariñas, alcanza cada año un excelente nivel en la transmisión de conocimientos a los alumnos –en junio aprobaron selectividad la totalidad de los presentados– y, al tiempo, enriquece la enseñanza reglada con otras actividades formativas impulsadas por un grupo de profesores que, con mucha dedicación, complementan la formación de los jóvenes estudiantes.


Sobresale la veneración que sienten por la lectura “que permite coñecer todos os mundos”, dicen en la memoria de actividades.  Y el fomento de la literatura. Tengo en mis manos “Cachorros de ornitorrinco. Teoría del microrrelato y experiencia docente”, un opúsculo que recoge 36 microrrelatos, algunos tan breves como el cuento de Monterroso,  escritos por 36 alumnos de tercero de ESO del curso 2013-2014, y una unidad didáctica sobre este cuarto género narrativo. De verdad, es una delicia leer esos “pensamientos” que brotaron de la ardiente vitalidad intelectual de estos cachorros betanceiros.


La semana pasada fue muy estimulante y enriquecedor ver la exposición “Unha mirada xove sobre a cidade vella”, fotografías de Betanzos realizadas por los alumnos de 4º de la ESO expuestas en la librería Biblos. Ahí están retratados la monumentalidad de las iglesias y soportales, las calles angostas, las barcas varadas en el rio de aguas mansas… y también algunos espacios “vergonzantes” que denuncian el estado ruinoso de casas y solares abandonados que desdicen en medio de tanta belleza. Es la “mirada xove” de los jóvenes sobre su ciudad, que tiene un encanto especial.


Hay muchas más actividades en este centro –y en otros centros de Galicia– impulsadas por el profesorado que supo sobreponerse a los recortes de la crisis con una dedicación encomiable a la  formación de su alumnado. Que cunda el ejemplo.