Skip to Content

suxestión

Outubro 2021: "La Puerta"

La puerta de Manel Loureiro

A descuberta do cadáver dunha rapaza, asasinada mediante unha antiga forma ritual aos pés da mítica “Porta do Alén”, desconcerta aos seus investigadores. A axente Raquel Colina é unha recen chegada a ese recuncho perdido de Galicia para tratar de salvar ao seu fillo, ao que a medicina xa non pode curar. Sen outra alternativa, Raquel recorrerá a unha menciñeira local, que prometía a súa  sanación. Con todo, a misteriosa desaparición da curandeira e o descubrimento da vítima da Porta fan sospeitar a Raquel que ámbolos  dous casos poden estar relacionados.

A Porta  do  Alén, un conxunto megalítico,  está  na cima  do Monte Seixo (Cerdedo-Cotobade). O autor da novela topouse con ela  facendo  sendeirismo: «É un pequeno  Stonehenge galego. No solsticio de inverno o sol ponse a través desa porta. Preto da Porta do Alén, ademais, está o Marco do Vento, un menhir de cinco metros que marca a entrada no territorio do mundo dos mortos. O que máis me chamou a atención é que o lugar mantivese o seu uso a través dos tempos e teña mesmo sobrevivido ao cristianismo» declarou o escritor nunha entrevista para o xornal La Voz de Galicia. Este lugar é o escenario da lectura que che recomendamos para este outubro e que tes ao teu dispor na nosa bibblioteca.

O AUTOR.-Manel Loureiro é avogado de profesión e escritor de vocación, el di que chegou á escrita por accidente. Traballou como guionista e comentarista para a TVG ou Cuarto Milenio, tamén colabora noutros medios como a Cadea SER e o Diario de Pontevedra. Saltou á fama coa publicación das novelas zombie: con Apocalipse Z, que comezou como un blog na internet e terminou sendo unha triloxía. Despois chegaron  O último pasaxeiro, Fulgor e Vinte,  con traducións a varias línguas.

Nas redes sociais:

https://www.instagram.com/manel_loureiro/?hl=es
https://twitter.com/Manel_Loureiro?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor

Nos xornais:

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/deza/cerdedo/2020/10/23/puerta-novela-cerdedo/0003_202010D23C5995.htm
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/pontevedra/2021/08/01/empece-escribir-accidente/0003_202108P1C4996.htm

UN FRAGMENTO DE LA PUERTA.- Santiago tenía la extraña sensación de que todos sus movimientos se habían transformado en una moviola a cámara lenta. Agarró la llave, que estaba helada, y la sacó de entre las zarzas. Con ella entre las manos subió pesadamente los escalones, hasta alcanzar una plataforma superior. Y ahí llegó la primera sorpresa.
    Frente a él se alzaba una estructura compuesta por un puñado de piedras ciclópeas que formaban algo parecido a una puerta. Las dos piedras laterales, cada una de varias toneladas de peso, se levantaban entre la niebla y sostenían un peñasco basto y poco trabajado que hacía de dintel. Quedaba el hueco suficiente para que por aquel vano cruzasen dos personas sin estorbarse, e incluso un tipo tan grande como Santiago pudo cruzar la puerta sin rozar tan siquiera los lados. Parecía algo sacado de otra época. No, se corrigió a sí mismo, era algo sacado de otra época, de un tiempo tan remoto que las personas que habían levantado aquel lugar seguramente ni siquiera pensaban como él.
    Entonces tropezó con la segunda sorpresa. Al principio pensó que era un resto que había quedado abandonado por las brigadas de construcción del parque eólico, quizá un envoltorio de plástico de alguna pieza, o alguna basura por el estilo. Era una mancha blanca en el suelo, medio oculta por los jirones de la niebla, pero que destacaban con claridad sobre el fondo oscuro de las rocas y el musgo. Avanzó un par de pasos y se detuvo como si le hubiesen dado una descarga de alto voltaje.
    Santiago era un tipo valiente -tenía que serlo para subirse a aquellos condenados chismes-, pero sus pelotas se transformaron en un par de canicas de hielo que pugnaban por esconderse dentro de su cuerpo.
    A sus pies, justo al otro lado de la puerta, yacía una chica joven de no más de veintitantos años. Era rubia y estaba muy pálida, casi del mismo color que el vestido blanco de novia que llevaba puesto. Tenía las manos cruzadas sobre su regazo y el pelo estaba desparramado alrededor de su cabeza, dispuesto de forma cuidadosa a modo de corona dorada. A sus pies había numerosas flores, pero lo más perturbador era lo que sostenía entre las manos.
    Aquella chica estaba muerta. Total y absolutamente muerta, y no hacía falta ser un forense para dictaminar aquel hecho. Porque entre sus dedos largos y delicados sostenía un trozo de carne de color rojo brillante y aspecto acuoso. Su propio corazón.
    En medio de su pecho había un enorme boquete de bordes sonrosados que iba creciendo como una flor a medida que la sangre que aun manaba lentamente iba tiñendo el vestido blanco de color rojo, y el órgano que debería estar dentro del pecho se había convertido en el ramo de novia más insano y perturbador que nadie pudiese haber imaginado jamás.
    Un regusto ácido trepó por su garganta, en una oleada incontrolable. Santiago se inclinó para vomitar contra la puerta, pero solo fue capaz de emitir unos jadeos agónicos. Entonces su mirada se detuvo en una mancha oscura situada a sus pies.
    Al ritmo lento de una pesadilla, levantó los ojos y siguió el reguero de (sangresangresangre)  aquella cosa hasta llegar al fardo de ropa que estaba al final del camino de gotas. Tirado como un saco de desperdicios, en una pequeña hondonada, el cuerpo sin vida de Javier le contemplaba con una expresión de terror infinito dibujada en los ojos. Alguien había abierto una extraña sonrisa roja en su cuello y a través de la herida se veían trozos de tendón y músculo que no deberían estar a la vista.
    Santiago dejó caer la llave, sin saber que estaba repitiendo el mismo gesto que había hecho su compañero apenas diez minutos antes. Un gemido sordo, más un balido de terror que otra cosa, se escapaba de su garganta. Con los ojos fuera de las órbitas miraba en todas direcciones, mientras una sensación húmeda y cálida se extendía por sus pantalones.
    Más tarde no recordaría cómo había hecho el trayecto hasta el Navara aparcado al lado del camino. Cuando intentó reconstruir aquel momento, a lo largo de las noches siguientes, siempre le faltaba aquel pedazo, como si su cerebro estuviese tan sobrecargado que se hubiese negado a seguir almacenando información. Solo los arañazos en las manos y la cara le hacían sospechar que había ido a tropezones, medio caminando y medio a rastras, hasta llegar al todo terreno.
    Pero de lo que sí se acordaba perfectamente era de la sensación inequívoca de que allá arriba, mientras huía gimiendo, meado como un niño pequeño y devorado por el terror, no había estado solo
(pp. 23-25)

 

Maio 2021

NAI

CANDO veña o tempo de derrubar
as estatuas nosas
pola súa man noutrora ergueitas,
cando os nosos actos
e tamén os desleixos
voen como follas desprendidas
no aire indolente e incomprensible,
cando os nosos átomos e mesmo
os xenes que compartimos
se esquezan xa noutras existencias
da vida e forma sucesiva que nos deron,
entón, alén do sol e deste inverno
que me anega,
a luz túa sempre acesa
e desa luz a miña sede
avivarán o amor universal
que adoito refai tan alta casa.

Eva Veiga (Pontedeume 1961) in A frecha azul do teixo
https://garciateijeiro.blogspot.com/2013/04/escaparate-poetico-iv-eva-veiga.html

Maio 2021

Panza de burro
de
   Andrea Abreu   

   Panza de burro cóntanos un verán, una historia que dinamita crenzas, ritmos e expectativas.   Dúas crías con feridas profundas,  lingoreteiras e  procaces que crecen rodeadas de cans cheos de pulgas e, en ausencia dos pais, ao coidado de avoas implacables. A narradora e Isora, amigas inseparables, de dez anos, viven nun pobo sempre nubrado ao norte de Tenerife, sen praia e con moitas costas para subir e baixar e moito tempo libre. Estamos nun verán un pouco atemporal  "como de otra época en la que la gente vivía en cuevas y dormía con los perros sobre el piso, cuando no había piche, ni amasadoras, ni centro cultural, venta, bar, iglesia, bemetas planchadas al suelo, guenbois, beibiborns con huequito pa la pipi, móviles con tapa, mésinye. Como cuando no existía Isora y yo tampoco existía."

(...) Doña Carmen, usté hace sopa magi? Dice mi abuela que la sopa magi es sopa de putas. Ah miniña, pues no sé. Yo la sopa que hago la hago de las gallinas que yo tengo. Doña Carmen estaba virada de la cabeza pero era buena. Casi todo el mundo la despreciaba, porque, como decía abuela, tenía cosas de guárdame un cachorro. Doña Carmen se olvidaba de casi todas las cosas, pasaba largas horas caminando  y repitiendo rezados que nadie conocía, tenía un perro con los dientes de abajo salidos pafuera, salidos pafuera como los de un camello. Perro sato, perro sato, jala y que te cargue el diablo, le decía. A veces le posaba la mano sobre la cabeza con cariño, otras le gritaba juite, perro, juite, perro del demonio. Doña Carmen lo olvidaba casi todo pero era una mujer generosa. Le gustaba que Isora la visitara. Vivía por debajo de la iglesia, en una casita de piedras pintadas de blanco con la puerta pintada de verde y las tejas viejas y llenas de mujo y de lagartos y de lonas de zapatos viejos traídos de Caracas, Venezuela, y de verodes grandes como arbolitos. Doña Carmen lo olvidaba todo menos pelar las papas, eso sí sabía, las pelaba en círculos, las ponía de canto y con un cuchillo con el cabo de madera les sacaba la cáscara como un collar enorme. Doña Carmen hacía papas frítas con güevos para merendar. Isora le llevaba las papas y los güevos de la venta de la abuela y ella guardaba un poquito pa la merienda de Isora. Guardaba un poquito pa la merienda de Isora y si yo iba pues también  me daba. Me daba, pero a mí doña Carmen no me quería tanto como quería a Isora, eso ya yo lo sabía. Isora sabía hablar con las viejas. Yo me limitaba a escuchar lo que se decían. Ustedes quieren un fisquito café, misniñas? A mí no me dejan beber café, le respondí. Yo sí, un fisquito, dijo Isora. Un fisquito namás. Ella siempre un fisquito namás. Lo probaba todo. Una vez comió comida de perro de la que había en la venta para saber lo que se sentía. Ella lo probaba todo y después si era necesario lo vomitaba. Yo tenía miedo de que mis padres me olieran el café de la boca y me arrestaran, pero Isora nunca tenía miedo. No tenía miedo aunque la abuela la amenazara con meterle un leñazo. Ella pensaba que la vida solo era una vez y que había que probar un fisquito siempre que se pudiese. Y un fisquito de anís, miniña?  Un fisquito namás. Un fisquito namás. Un fisquito namás, decía.
    Isora se tomó la gotita de café que le quedaba a la taza de la que estaba bebiendo doña Carmen y, directa, alargó el brazo para coger el vasito que la vieja había servido con anís del mono. Isora eructó, eructó como cinco veces seguida. Y luego bostezó.  Y en ese momento, doña Carmen la agarró por la barbilla y le miró a los ojos, aquellos ojos verdes como uvas verdes. Escarbaba en sus ojos lagrimosos como quien saca agua de una galería. La vieja se quedó asustada: miniña, tú sabes si alguien te tiene envidia? Isora permaneció inmovil. Por qué doña Carmen? Qué pasó? Miniña, tu tienes mal de ojo. Vete por Dios a cas Eufrasia a que te santigüe. Díselo a tu abuela, que ella sabe desas cosas y que te lleve a echarte un rezado.
    Al salir por la puerta estaba puesta la novela de las cinco. A esa hora del día, una cubierta de nubes enorme se posaba sobre los tejados de las casas del barrio. Ya no daban Pasión de Gavilanes, ahora daban...

Entrevista coa autora:

 

Abril 2021

¿QUIÉN ME HA ROBADO EL MES DE ABRIL?

En la posada del fracaso
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita:

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Pero cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.

La chica de BUP casi todas
las asignaturas suspendió
ell curso en que preñada
aquel chaval la dejó
y cuando en la pizarra
pasa lista en profe de latín
lágrimas de desamor
ruedan por la página de un bloc
y en él escribe:

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.

El marido de mi madre
que en el último tren se largó
con una peluquera
veinte años menor
y cuando exhiben esas risas
de instamatic en París,
derrotada en el sillón,
se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja y piensa:

¿Quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.


Joaquín Sabina (Úbeda, Xaén 1949)
https://www.musica.com/letras.asp?letra=128392

Abril 2021

O paxaro de nácara
de
   Pura Salceda   

    Segundo declara a propia autora esta novela está “ambientada na aldea dos meus pais,  Feás, e outras aldeas de Boborás e da comarca do Carballiño. Para min, representa unha homenaxe á miña terra e a cuantos loitaron por labrarse un futuro mellor, tamén lonxe dela” como Nélida, a protagonista, unha galega emigrada a Barcelona, que volve á aldea familiar para asistir ao funeral da súa avoa. Alí reencontrarase con Elías, un antigo noivo, un amor que non foi a máis porque el emigrou a México. Agora Nélida está casada e con fillos, polo que aparentemente todo é auga pasada. Mais o encontro con Elías fará revivir por unha banda sentimentos do pasado pero por outra tamén un tema que crían pechado: a misteriosa morte no pasado de Gonzalo, un tío de Nélida,  nun accidente de automóbil en México.

   (...) Quedaron de novo en silencio. Tiñan tantas cousas que dicirse que lles resultaba imposible artellar discurso ningún. As palabras amoreábanse nas súas cabezas, unhas desculpándose, outras que eran reclamos, e moitas, as máis delas, gritando que se botaban de menos. Por iso permanecían calados.
    Nese momento entrou Florentino no bar acompañado de dous homes máis. Mirounos con descaro pero non se saudaron. Por un momento fixo o ademán de achegarse a eles, pero desistiu. Neli non se decatou deste derradeiro xesto porque lía unha mensaxe que lle chegara ao móbil: Rosendo quería marchar. Pensou dicirlles que se foran sen ela, que xa a levaría Elías, pero non quería levantar sospeitas nin dar que falar. Tampouco a compañía do bar era moi agradable.
    -É Rosendo. Está canso xa.
    -Tan cedo? Por que non quedas e lévote eu logo no coche?
    -Xa sabes a resposta.
    -Así non podemos falar de nada. Xa ben ves que sempre alguén nos observa dixo sinalando disimuladamente ao Raposo-.  Deberiamos vernos fóra de Feás, ir a Vigo ou a Pontevedra, como faciamos antes, e conversar con calma. Non tes maneira de arranxalo?
    -Se cadra podería pedirlle o coche a Sabela, así cada quen vai co seu. Sería máis discreto.
    -Fai por iso, por favor. Dime algunha cousa, Neli -contestou Elías mirándoa fixamente. A súa ollada falaba por el.
    Ao día seguinte pola mañá. Nélida recibiu unha mensaxe de Elías na que lle dicía que estaría todo o día fóra de Feás por cuestións familiares, o que daba máis marxe a Nélida para buscar unha escusa para Sabela. Podíallo contar todo, pois sempre compartiran confidencias, pero iso representaba ter que dar explicacións que nese momento non lle apetecían o máis mínimo.
    No almorzo, Sabela estaba contentísima. Parecía ser que tivera moita afinidade co tal Pepe de Avión. Polo visto era dunha das familias que triunfaran en América e, o mellor de todo, era viúvo (aínda que alegrarse da súa viuvez recoñecía que non era moi ético) e non tivera fillos. Nélida escoitaba os pormenores, satisfeita ao ver tan radiante a súa prima. Incorporáronse á mesa seus pais, aínda que xa almorzaran había un par de horas.

Podes visitar o blog da autora premendo aquí.

Decembro 2020

IMPRECACIÓN AL CORONAVIRUS

Coronavirus ignoto,
que levantas fronteras
a besos y a abrazos;
que robas sonrisas
y te escondes cobarde,
yo te maldigo.

Porque entristeces las almas
y a los cuerpos
robas deseos;
porque hollas caminos
de la amistad y yergues murallas,
yo te maldigo.

Porque en tus alforjas,
viajero de muerte, escondes
la fría escarcha  del dolor;
porque siempre quitas y nunca pones,
por egoísta y por torpe,
yo te maldigo.

Porque a nadie respetas;
por mal ciudadano
y por bicho raro;
por dejar sin juegos a los más pequeños
y en la soledad a los de más años,
yo te maldigo.

Ojalá te persigan, virus del averno,
abandonado a tu suerte,
todas las Furias del mundo griego
y mueras
de tu misma muerte.

Julio Collado (Ávila, 1949)
http://www.crearensalamanca.com/tres-poemas-ineditos-del-abulense-julio-collado/

Novembro 2020

Olga Novo acaba de obter o Premio Nacional de Poesía 2020 por Feliz Idade, obra que segundo o xurado é “unha criatura viva que relaciona morte e maternidade cunha profunda presenza crítica da memoria histórica";  trátase dun conxunto de poemas escrito durante algo máis de medio ano mentres a poeta convivía coa enfermidade e morte do seu pai e o embarazo da súa filla, dous camiños en paralela oposición na xeografía da vida porque, como dixo Quevedo: “No hoxe e mañá e onte, uno/ cueiros e mortallas” Velaquí uns versos do poemario galardoado:

Dicir por exemplo
que virá a morte e terá os teus ollos
dicir que unha ten nostalxia das branquias
e que un tigre de tenrura
dicir o Pracer guiando o pobo
dicir e non arder... Como se pode?
(...)
Eu quixen parir
por ver se a contracción era un poema eléctrico
se a vida pode aínda dilatarse como a vaxina da femia
se a éxtase se completa ao saír unha mesma dunha mesma
entre o sangue
e a placenta
se a sinfonía louquea co ritmo umbilical
ah, e se aquel grao de trigo aquel grao
acaso sexa o grao de beleza que podemos soportar.

Olga Novo (Vilarmao-A Pobra do Brollón, 1975)


Outubro 2020

Sobre la espera

en la fila el último espera que alguien entre y pregunte
quién es el último para dejar de serlo
el primero tiene la ventaja de mirar hacia atrás
el segundo es siempre el que recoge la espera que deja
el primero que se va
la cadena de la espera nunca acaba
en nada que existes dejas de ser el último
y en nada que lo piensas eres terriblemente el primero.
                                            María Eloy-García (Málaga, 1972)

http://www.espacioluke.com/2007/Mayo2007/eloy.html

Outubro 2020

48 HORAS
de
Cándido Paniagua Pousa

        Os principais protagonistas desta novela (escrita “a fume de carozo” como di Vicente Araguas) son adolescentes que están gravando un documental sobre a historia e a mitoloxía da Lagoa Antela. A busca  de Lois Figueirido, un dos adolescentes desaparecido durante a confección do traballo, mobiliza aos seus compañeiros, veciños e familiares e constitúe un dos tres alicerces desta obra, os outros dous son: un xogo do tesouro, proposto a un dos amigos do desaparecido, que facilitará a súa localización e os datos de carácter erudito e histórico-lendarios sobre a lagoa que fan tamén desta narración unha especie de libro de viaxes para percorrer esas terras ourensás.
    
    (...) Revisaron a imaxe tantas veces que entraron en bucle. De onde saía aquel rapaz? Por un intre, semellaba que se colaba entre as madeiras do chan da cabana. Non obstante, aquilo era imposible. Como alguén podía estar a darse un baño a altas horas da madrugada? Non tiña frío? Era un inconsciente. Podía aterecer e sufrir unha hipotermia. Fose quen fose era un insensato.
    Non esperaron moito tempo para mandar unha unidade e revisar o perímetro. As empresas areeiras non tiñan cámaras de vixilancia e iso dificultaba os labores. No solo non había pisadas nin marcas de vehículos que puidesen xustificar unha fuxida. Tamén inspeccionaron a cabana e intentaron levantar as madeiras, pero resultou ser unha tarefa inútil. Non había rastro de quen era aquel mozo, que facía alí, como chegara e como marchara sen ninguén decatarse.
    Ramón achegouse á auga. Axeonllouse e coas xemas dos dedos acariñou a auga. Unha xélida sensación arrepiouno. Estaba conxelada! A pel púxoselle de galiña. Quedou pensativo sen saber por onde continuar. Que quebracabezas era aquel? No horizonte, enredada nas pólas baixas dun amieiro, albiscou unha camiseta. Era verde e, lembrando a descrición que lle deran, podía ser a de Lois.
                                                                                         (...)
    -Antioquía, así é o nome desta cidade asolagada da que hoxe só sobrevive a lenda -o dron tomou un primeiro plano de Lois para proseguir cunha vista xeral da charca-. Segundo contan, a urbe foi fundada por Antíoco, un dos líderes celtas que sucumbiron á derrota contra os romanos.
    -Os seus veciños eran coñecidos en toda a contorna pola súa falta de caridade. Quizais hoxe se coñeza o planeta no universo por esta característica -Olaia tamén lle aportaba un punto acedo á locución.
    -Din os vellos que logo da conquista e posterior cristianización, Deus quixo inflixirlles un castigo, mais Xesús Cristo propúxolle redimir os máis xustos, probando a súa bondade cristiá.
    Nese intre houbo que facer un descanso. Lois botouse a rir ao ver a Santiago disfrazado de mendigo. Un grupo de rapaces interpretaba, asemade, unha recreación da lenda á que lle superpoñerían as voces dos presentadores.
    -Baixo a capa dun mendicante, foi pedindo esmola porta por porta. E sempre atopou como resposta un...

Maio 2020

Mentira
de
Care Santos

    Xenia, filla única que está a piques de realizar as ABAU e quere estudar medicina, vive controlada en exceso polos seus pais. O seu rendemento escolar baixa porque está namorada. A partir de O gardián entre o centeo, libro prestado para un traballo de filosofía, coñece por internet a "Marcelo", un lector apaixonado dese libro có que comezará a comunicarse por correo electrónico. Deseguido xurdirá entre eles unha amizade que terminará sendo insuficiente para  Xenia. Cando ela decide coñecer a “Marcelo” cara a cara, este evita a cita. Xenia  descubrirá que o que lle contou o suposto “Marcelo” é falso. “Marcelo”, na realidade, chámase Eric e  tamén empezou a sentir algo pola moza así que lle enviará  un paquete onde  revelará toda a verdade da súa complicada vida. O paquete procede do cárcere de menores e contén a historia dun asasino. En resumo: a novela lévanos a pensar que as cousas non son sempre o que parecen e dinos como unha mentira pode repercutir na vida dunha persoa.
   
    Son moi observadora. Decateime, por exemplo, de que Marcelo respondía case sempre ás miñas mensaxes entre as catro e as cinco da tarde os luns, mércores e venres. Algunhas veces, de cando en cando, tamén escribía polas mañás. Pero nunca en martes, xoves ou sábado. Supuxen que, ao mellor, tiña algún traballo e que debía ter dificultades para utilizar o ordenador para asuntos persoais; por iso as súas mensaxes eran sempre tan breves, porque non quería ter problemas.
    Cando coñeces unha persoa pola Internet, todo o que non sabes dela tes que imaxinalo. Por iso te equivocas tanto.
    Ao mellor, falar de todo aquilo con alguén podíame axudar a velo doutra forma, a darme conta de que era unha tolería. Pero a miña única amiga era Sandra, e a nosa relación non pasaba por un bo momento. A min parecíame que ela estaba moi rara desde que empezara a saír con aquel rapaz universitario, coma se el a estivese cambiando. Ou, se cadra, a rara era eu, quen o sabe. Poida que tamén sentise un chisco de envexa. Poida. O caso é que non lle contei nada a ninguén.
    Dous días despois de que lle enviase a foto, Marcelo pediume outra. Fun moi dura con el:
    Non che vou enviar ningunha foto máis mentres non me envíes ti unha túa.
    Funcionou. Cando recibín un correo electrónico cun documento adxunto, disparáronse os latexos do meu corazón. Mamá estaba na cociña pero, aínda así, abrino. Non podía esperar nin un segundo. Diante de min, aberto, o traballo de literatura. Nunha segunda ventá, preparada para escondela se mamá se acercaba demasiado, a foto que tanto ansiaba ver.
    Imaxinárao tantas veces, que abrín a foto cun medo terrible. E se non era como eu pensaba? E se era horroroso?
    Durante uns segundos, creo que me esquecín de respirar. Hai veces en que a vida se detén. Só uns instantes, sen ningún movemento. É como se o mundo quedase en absoluto silencio para subliñar o que é importante de verdade. Despois, todo volve soar con máis forza. O meu corazón coma un tambor. Pom pom, pom pom.

 

Accede á páxina virtual da autora premendo aquí.

Distribuir contido


by Dr. Radut