Lingua Castelá e Literatura

Concurso literario en lingua castelá - Coca- Cola

O pasado venres día 11 de marzo, 11 alumnos e alumnas de 2º de ESO participaron nun concurso de creación literaria promovido pola empresa Coca-Cola.

ENCONTRO CON RAQUEL VÁZQUEZ

23/02/2022 09:47
Europe/Andorra

 

O xoves 24 de febreiro os alumnos de Literatura Universal recibirán a visita de Raquel Vázquez, autora do libro de relatos Paralelo 36, Talentura, Madrid, 2019, 154 páginas.

 

Visita ao centro de Sara Carreira, xornalista de La Voz de Galicia

 

No marco do programa educativo La Voz de la Escuela, desenvolvido no Aguiar pola profesora de Lingua Castelá Elvira Castro, a xornalista Sara Carreira, de La Voz de Galicia, veu ao noso centro o pasado día 17 de decembro para dar unha charla a un grupo de 1º de ESO e outro de 2º de ESO.

 

Álbum: Curso 2021-2022 -> Charla La Voz de la Escuela

Revista Proyecto Culinario 1º ESO D

En nuestro día a día está muy presente todo lo relacionado con la alimentación, de ahí que este curso los alumnos de 1º ESO hayan trabajado este tema elaborando una revista culinaria en la que tienen cabida recetas muy variadas, entrevistas a cocineros/as, muy especiales, y pequeñas obras literarias muy creativas.
 

Cuentos actualizados: Los cuatro amigos.

Desde el Deparatamento de Lengua Castellana comenzamos una simpática adpatación de cuentos populares realizados y narrados por el alumnado de 1º ESO.

#ENTREVISTAS DESDE O CONFINAMENTO 07 Saabela Caamaño entrevista a Herminia, muller do campo.

 

«No podría comparar esta situación con nada de lo que

he vivido en estos 95 años que tengo»

 

Mª Herminia Mirás Mantiñán nació el doce de junio de 1924 en Crendes, una parroquia de Abegondo, A Coruña. Ella es una mujer que ha dedicado toda su vida a las labores del campo, tales como sembrar diferentes tipos de cosechas o criar animales que posteriormente servirían para alimentar a su familia. Valiente desde muy joven, sabemos que jugaba al fútbol cuando aquello era únicamente un deporte para hombres, hoy nos cuenta cómo vive ella esta situación tan sobrecogedora.

 

En primer lugar, doña Herminia, ¿qué piensa usted de todo esto que está pasando? ¿Cómo se siente?

Con este virus que hay yo estoy muy deprimida la verdad, muy triste porque ya no puedo ver la televisión. No puedo verla porque me pongo muy nerviosa y luego no duermo por las noches. Tengo 95 años y puedo prometer que en ese tiempo pasaron muchas cosas, pero nunca algo parecido a esto que nos ha tocado vivir. Vivo con miedo, no sólo por mí, que soy una persona mayor dentro de otros grupos de riesgo; sino también por mis nietos, que siguen yendo a trabajar, por mis hijos o por mi círculo de amigos. Además, ver tanta gente muriendo cada día es algo muy desagradable; a mí me hace recordar a las penurias de la Guerra Civil y su posguerra. Es algo realmente duro. Ves a tantas familias que tardan en saber dónde están los cuerpos de sus fallecidos y que no podrán acompañarlos en momentos tan difíciles… Es algo terrible. Tengo la alegría de convivir con mi hijo y mi nuera y de tener muy cerca a mi nieta y mis bisnietas, eso hace que pueda disfrutar y distraerme un poco de todo esto que está pasando.

 

¿Cómo cree que sería todo esto si hubiese ocurrido hace cincuenta años?

Hace cincuenta años no teníamos nada. Antes teníamos que hacernos unas zapatillas en casa para poder salir a la calle. Ahora ha cambiado mucho el mundo, tenemos tres o cuatro pares de zapatos. No teníamos apenas ropa y mucho menos una higiene que nos permitiera salvarnos de algo tan contagioso como esto. Tampoco teníamos medicina eficaz, no había tanta investigación en la ciencia. En los tiempos de antes no teníamos a nadie que mirara por el bien de todos, cada uno tendría que salvarse de la mejor manera posible y con lo que estuviera a su alcance.

Ahora que me haces esta pregunta me acuerdo de una anécdota que ocurrió después de la guerra. Iban dos hombres en carro hacia Carral en el tiempo del hambre, el año 1941, uno era de Bribes y otro de San Vicente. Uno llevaba dos ferrados de maíz y decía “O que se farte de pan este ano é un lambón” y el otro, que era mucho más pobre, le dijo “Pois mira, ven hoxe pola tarde á miña casa e fártote de bola”. No teníamos nada, pero fuimos solidarios y honrados. Siempre se podía ayudar al vecino, porque el vecino sería el único que iba a ayudarte si tú lo necesitabas. Si fuera hace cincuenta años todo sería muchísimo peor, en todos los aspectos.

 

¿Con qué vivencia propia compararías esta situación?

No podría comparar esta situación con nada de lo que he vivido en estos 95 años que tengo. Lo único que sé es que esto va a traer un miseria muy grande. Vuelvo a recordar el periodo posterior a la guerra. Ojalá no se repita algo tan horrible. Esperemos que no sea tan terrible, pero lo vamos a pasar mal. Yo creo que esto no va a traer nada bueno. La gente está sin trabajar, las empresas cerradas… Va a traer una crisis muy grande.

 

Si usted fuera la que tuviera que coordinar al Estado para hacer frente a esta crisis, ¿en qué se centrarían sus objetivos?

Yo no sé cómo dirigiría todo esto, es una labor muy complicada. Pero desde luego, invertiría

todo el esfuerzo posible en la investigación para encontrar un medicamento o una vacuna que nos proteja de un nuevo brote. Recuerdo el auge de la tuberculosis. Moría mucha gente. Hasta que se descubrió la penicilina, después ya no murió más gente. Lo más importante para mí es encontrar una vacuna, desde luego. Mi objetivo sería ese.

 

Usted, como ya dijo antes, está dentro de los grupos de riesgo. ¿Qué fue lo primero que le preocupó cuando se proclamó el Estado de Alarma por la crisis sanitaria del covid-19?

Me sentí bastante agobiada, la verdad. Aparte de tener una edad, también soy diabética. Por lo que supone un riesgo mayor.

 

Por último, ¿cómo cree que será la nueva realidad cuando todo esto acabe?

No sé cómo será todo cuando salgamos. Es algo que me angustia. Solo puedo preocuparmesobre cómo será el mundo que les dejaremos a los que vendrán. Me preocupa por mis nietos ybisnietos. A eso es a lo que más miedo tengo. Supongo que tendremos que guardar lasdistancias unos meses y que las mascarillas nos acompañarán otros tantos.

 

SABELA CAAMAÑO REBORIDO. 1.º C BACH.

 

wikimedia

#ENTREVISTAS DESDE O CONFINAMENTO 06 Noa Codesido entrevista a Miguel dependiente dun supermercado en A Coruña

 

«LA GENTE QUE ANTES VENÍA CON SU ROLEX Y NOS MIRABA POR ENCIMA DEL HOMBRO, AHORA ES CONSCIENTE DE QUE TODOS SOMOS PERSONAS»

 

Miguel Otero tiene veintiséis años y reside en los alrededores de A Coruña. Él es uno de los muchos dependientes que trabajan atendiendo en supermercados durante la caótica situación que estamos viviendo actualmente: la expansión del coronavirus y el decreto de permanecer confinados en nuestros hogares.

 

Buenas tardes, Miguel. En primer lugar, nos gustaría saber qué tipo de medidas de prevención contra el coronavirus se han aplicado en vuestro centro de trabajo.

¡Buenas tardes! Al principio, intentábamos lavarnos las manos al entrar ysalir del supermercado y no tocarnos la cara. A medida que esto avanzó nos fueronproporcionando mascarillas, guantes, pantallas, geles desinfectantes, etc. Además,se colocaron unas mamparas en las cajas y se dibujaron unas líneas en el suelo conla distancia de seguridad al hacer cola.

 

Photo by Anna Shvets from Pexels¿Os sentís seguros con este tipo de precauciones?

Sí y no. Sabemos que las medidas que se tomaron son adecuadas, pero la verdad es que estamos nerviosos por el riesgo que tenemos de enfermar al trabajar en un sitio como este.

 

Entiendo. Y, respecto a los clientes que frecuentan el supermercado, ¿cómo son sus actitudes: respetuosas y solidarias o, por el contrario, impulsivas y desconsideradas?

Aunque hay mucha gente que respeta las medidas, sigue habiendo inconsciencia, especialmente por parte de los mayores. Algunos, por ejemplo en la charcutería, se apoyan en la vitrina o no respetan la distancia de seguridad. En cajas pasa lo mismo, la gente quiere acabar de comprar rápido y esto provoca un descontrol en los clientes y en los trabajadores.

 

¿Qué les pediríais a los consumidores?

Ser capaces de ponerse en la piel de los demás, tanto en la de otro cliente como en la nuestra.

 

¿Cuáles son los productos que adquieren mayoritariamente los compradores? ¿Hay, por lo tanto, desabastecimiento de alguno de ellos?

Al principio sí que es verdad que, como decían en las noticias, la gente compraba mucho papel higiénico, pero ahora escasean otros productos: lejía, Sanitol, alcohol para desinfectar, guantes de usar y tirar. También se nota que aumentó la compra de botellas de agua y algunas carnes y frutas.

 

Desde tu punto de vista, ¿qué es lo más difícil de tener que trabajar en una situación como la actual?

Aparte de la tensión que hay en el supermercado, el uso de mascarillas o pantallas no nos deja tener la misma cercanía que antes con el cliente y, además, nos resultan bastante incómodas.

 

¿Crees que, tras esta situación, la sociedad se ha concienciado de la verdadera importancia que tienen trabajos como los vuestros?

Sí, sin duda. Por ejemplo, gente que antes venía con su Rolex y nos miraba por encima del hombro, ahora es consciente de que todos somos personas y merecemos el mismo respeto independientemente de lo que cobremos o de nuestro trabajo.

 

NOA CODESIDO CENTOIRA. 1.º C BACH.

 

Distribuir contido